Me ha pasado lo mismo que con
Wood job! y otras muchas películas Japonesas del estilo. Sí, ese estilo costumbrista que tan buen sabor de boca te deja. Y en todas ellas, como en esta, suelen tener en común historias muy pero que muy sencillas. Estoy seguro que en muchos países que yo me sé. Le llevas el borrador del guión a cualquier productor y te lo tira a la cabeza en la segunda página. Pero los Japoneses saben como hacer que se te caiga la baba dos horas sin demasiadas florituras ni diálogos conmovedores y vacíos. Eso sí, cuenta con la ayuda de un elenco que le favorece muchísimo. Sadao Abe, el protagonista, le viene como anillo al dedo este papel, lo borda. El suegro, el gran Tsutomu Yamazaki. Sólo su presencia ya llena la pantalla. Y otros valores añadidos como; Mieko Harada o Hiroyuki Ikeuchi.