Retratos de mujer en el cine chino
Con ocasión de la conmemoración del nacimiento de las relaciones diplomáticas entre Francia y China en 1964, la Cinémathèque française propone la retrospectiva «Retratos de mujer en el cine chino». Se tratará de atrevesar toda la historia del cine chino a través de la producción de películas que privilegian los personajes femeninos singulares: del melodrama producido en los estudios de Shanghai pasando por la epopeyas producidas en Pequín tras la Revolución (El destacamente rojo femenino de Xie Jin) para volver a un realismo más riguroso en los años noventa, con la obra de los cineastas de la quinta generación (Qi Jou, una mujer china, de Zhang Yimou). En ocho décadas, el cine chino ha, en efecto, sabido modelar diversas figuras de la feminidad. La mujer, objeto o sujeto, víctima sacudida por la Historia o heroína épica, se ha ido transformando regularmente al hilo de las mutaciones del cine chino. Los melodramas de los estudios de Shanghai de los años treinta han inventado de este modo unos personajes femeninos mártires de la sociedad, prostitutas de gran corazón (La divina, de Wu Jonggang) o hijas vendidas o obligadas a casarse (Soeurs de scène, de Xie Jin). Primavera en un pequeño pueblo, de Fei Mu, obra maestra de 1948, describe una forma de bobarismo mientras que el remake realizado en 2002 señala la permanencia mitológica. El cine maoísta ha, por su parte, puesto en escena figuras emancipadas por el combate político y guerrillero (Heroína de los años 20, de Li Pingquian, Hijas de China, de Ling Zifeng y Zhai Qiang, El destacamento rojo femenino). Con la evolución histórica del país, la mujer china se vuelve más real, se aleja de los arquetipos y de las figuras conformadas por la ideología. Es confrontada a una realidad cada vez más prosaica (Qui Ju, una mujer china), expresando nuevos y tal vez insignificantes apetitos (Placeres desconocidos, de Jia Zhangke), condenada también a la soledad (Tren de noche, de Diao Yinan). Finalmente, el magnífico documental de Wang Bing, Las tres hermanas de Yunan registra con dureza un mundo campesino, lejos de las imágenes prefabricadas. También daremos una vuelta por el c ine hongkonés que habrá oscilado entre la fantasía nostálgica, el retrato melancólico (Center Stage, de Stanley Kwan, sobre la vida de la actriz Ruan Ling-yu) y la observación fina y sutil (Una vida sencilla, de Ann Hui).
Jean-François Rauger
Retrospectiva en la Cinémathèque française
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