Pues ya está vista. Primero, no creo que sea un spin off de Young and dangerous (¿dónde has visto ese comentario Danyyyy?), más que nada porque sí, está Anthony Wong, pero no interpreta el mismo personaje.
Segundo, la película. No está mal. Tampoco es ninguna joya y no pasa del ver (y es el ver, porque realmente en Hong Kong poca cosa más hay). Entre el romance y el cine de triadas, se decanta más por lo primero sin renunciar a los segundo, aunque los término se invierten, en el sentido de que lo auxiliar son las triadas. Que la película es de la vieja escuela lo indica su propio reparto. Aparte de Charlene Choi, que hace lo de casi siempre (creerse eterna adolescente y poner carillas monas), y de Wong Yau-Nam (que anda por todos lados últimamente), tenemos a Anthony Wong (que tira de oficio), Carrie Ng (que se mantiene), Michael Chan (mítico), Frankie Ng (no menos mítico) o Patrick Keung (esos malos de toda la vida). Son ellos seguramente los que sostienen la película, una película que no pretende mucho y que por eso mismo algo consigue.
En fin, para pasar un rato entretenido y recordar un poco el cine que se hacía hace años y años.