Mucha pirotecnia visual, mucho patriotismo, mucha cámara aérea y mucha sangre, a eso se reduce la película. No ando muy versado en historia de Corea pero, imagino, tendrá su buena dosis de engrandecimiento patrio. Al margen de esto, y considerada como puro entretenimiento, pues cumple su función, y con creces: está bien rodada y ambientada, y la acción no decae, especialmente en su segunda mitad, así que es idónea para una sesión de palomitas, pero carece de todo mérito más allá de su calidad de blockbuster al más puro estilo de Hollywood.