La verdad es que me ha dejado un poco frío. Sí, vale, Yamada tiene oficio, mucho oficio, y con eso logra que una película de más de dos horas no se haga pesada, ni mucho menos (quitando el final, tal vez). Pero no sé, la historia está ya muy vista y no plantea nada nuevo desde el punto de vista formal. Digamos que da la sensación de que la ha hecho con el piloto automático puesto. En fin. No hará daño a nadie, pero tampoco creo que la recordemos en unos meses o años (pocos).
Esto expresa bastante mis sensaciones al terminar de ver la peli. Yo creo que en lo que cojea más es en el guión. La historia no es tan interesante. Ahí se nota la buena mano del director, en lograr que interese durante dos horas una historia que a fin de cuentas te la explican por ahí y te deja frío. Y las actrices contribuyen a ese «dar el pego». Chieko Baisho sobre todo, claro.
Por otra parte, me resultó curioso ver una peli reciente acerca de la época de Showa de la que se trata, siendo así que tengo muy reciente el visionado intensivo de un montón de pelis de esa época. Y no, no creo que se refleje bien la época. Se intenta, y se consigue, mucho mejor que en otras producciones de este tipo. Hace unos meses, o año y pico, vi un cacho de esa serie que se llama, creo,
Velvet, y coincidía con que venía de una temporada de ver pelis y escuchar música de esa época, charlestones y demás. Un espanto y un crimen, el rato que soporté ver ese engendro (para mayor recochineo, los años
fous... ¿en España?, ¡por favor!
). El ejemplo es quizá extremo, pero cada vez me pasa más con las pelis «históricas» que hablan de épocas de las que hay testimonios de primera mano que permiten comparar. El cine histórico siempre es una falsificación hecha en cada presente... será que la Historia misma también lo es... Pero bueno, hay falsificaciones más groseras y otras más tolerables. Esta de Yoji Yamada es, por suerte, de las segundas.