Ya está aquí la que es, a efectos prácticos, cuarta parte de la saga God of Gamblers, con un Chow yun-fat rememorando al personaje de aquella primera entrega en 1989. Tengo pendiente escribir sobre ella, pero diré que es una comedia bastante china, con toques mo lei tau, pero que mezcla comedia de situación con acción, artes marciales, efectos digitales y con un Chow yun-fat (y un Chapman To) muy divertido.

Benz, su hijo Cool y su sobrino Karl se dedican a estafar a mafiosos para luego arrestarlos. Un día reciben la invitación al cumpleaños del viejo amigo de Benz, Ken, el multimillonario rey de los jugadores, que ha regresado a Macao. Por otra parte el el hermanastro de Cool es un policía infiltrado que ha grabado evidencias antes de ser descubierto y asesinado, evidencias que terminan en un oso de peluche. Durante la fiesta de cumpleaños todo empezará a enredarse y el peluche acabara en manos de la hija de Ken, que es pretendida tanto por Cool como por su primo, poniéndola en peligro.

Yo me reí mucho, claro que el ambiente acompañaba también

-Cariño, ¿qué te apetece?
-¡Una comedia! ¿Cuáles tenemos?
-Varias, a ver... Ah, sí, Masacre acaba de hacer los subs de una comedia con Chow Yun-Fat.
-¿Con Chow Yun-Fat? ¡Esa, esa!
-Pero te advierto que...
-¿Me preguntas qué me apetece para luego ponerme pegas?

Y así hemos acabado viendo esto, que de a ratos me ha dado vergüenza ajena. Es como la parodia de la parodia de una autoparodia. No me he reído en toda la película. Pero tampoco me he atrevido a decirle: "no me dejaste avisarte..."
Creo que fue Woody Allen quien dijo que la diferencia entre el drama y la comedia es que el drama es un palo seco que si lo doblas demasiado se rompe, pero la comedia es una caña de bambú verde que puedes combar todo lo que quieras (o algo así). Esta peli viene a demostrar que Woody Allen miente.