Volvemos un poco sobre el Roman porno, es decir, el cine erótico de la Nikkatsu, género que le salvó de la ruina. Entre tanta carne puesta en el asador, de vez en cuando algún que otro cineasta lograba sacar un producto que iba más allá: por su mala leche, por su manera de filmar, en fin, por diversas cuestiones.
Ese es el caso de la película que os traigo. Breve, pero buff, intensa. Sujetaros los estómagos y nada, a la faena (por las dudas, yo he sido muy comedido con las imágenes... el enlace que he puesto en el cartel, menos).
El argumento no es especialmente complejo, aunque no deja de ser peculiar (el título de la película da una idea: "White Rose Campus: Entonces... todas violadas"). Y eso es, ni más ni menos. Un colegio de chicas de se va de excursión a pasar el fin de semana, pero el autobús es asaltado por tres violadores. Que obviamente se dedican a eso. Tampoco os penséis que es una orgia permanente. No. Tiene su humor (a veces un poco especial). Y bueno, cuando ya parece que lo hemos visto todo, no, entonces viene lo bueno: su delirante parte final.
En fin. Su director, Koyu Ohara, fue uno de los más interesantes del Roman porno, y por eso la Cinémathèque le dedico un Cinema bis (con esta película... próximamente en su correpondiente retro). De modo que poco más. Os dejo con ella.