Coincido bastante en algunos comentarios. Sin duda, lo mejor es Kara Hui, tremenda actriz, tremenda cara y tremenda presencia.
Visualmente es muy interesante, y el cine es un arte visual antes que nada, pero en apenas 24 horas la estoy olvidando a pasos agigantados. Es una pena, porque el subgénero vampírico es muy literario, muy poético, y da para emprender mayores retos narrativos. Eso sí, a la chavalada seguro que le entusiasma.