Tom Yum Goong 2, o cómo Tony Jaa hizo llorar hasta al Niño Jesús...
Todo lo que rodea a este film me parece bochornoso; un verdadero insulto al espectador. Tras sentar grandísimos precedentes con Ong Bak y Tom Yum Goong, no entiendo cómo Pinkaew ha podido filmar semejante bodrio. Desde el risible y confuso argumento, digno de haber sido parido por un ejército de monos enchufados al Word, hasta las lamentables escenas de acción y el desastroso 3D del que hace gala, esta película consigue lo que creía imposible: hacer buena a Ong Bak 2/3. Aunque resulte difícil de creer, me dormí a 10 minutos del final, por lo que os podéis hacer una idea de su capacidad para mantener en vilo al espectador...
Siendo justos, he de decir que tiene sus momentos, pero tan dispersos en el tiempo que merece la pena escoger las escenas de acción en el reproductor y olvidarse del resto. Una lástima: con semejante plantel podría haber sido una producción al nivel de The Raid o, al menos, mejor que su primera parte (algo ya de por si meritorio) pero incomprensiblemente ha quedado todo en agua de borrajas. Puede que haya razones poderosas para que el producto final haya sido tan mediocre (escaso presupuesto, inexperiencia del director en metraje 3D...) pero, tal y como están las cosas, TYG 2 es sólo recomendable como comedia de acción inintencionada. Y para eso ya tenemos Riki-Oh, así que...