Entre todo el nuevo cine turco que está apareciendo (y más allá del cine de género), hay seguramente cuatro directores que destacan por encima del resto y están construyendo una obra importante. Muy importante. Estos son: Nuri Bilge Ceylan, Semih Kaplanoğlu, Zeki Demirkubuz y, por último (y seguramente el más desconocido), Reha Erdem.

Reha Erdem tiene una larga carrera a sus espaldas. Su primera película es de 1988, y Jîn (que es la penúltima), es la octava. Entre ellas, tenemos parte del mejor cine turco actual (Times and winds o My only sunshine, por ejemplo), y Erdem, con Jîn lo que haces es dar un saltito atrás (digamos que vuelve a donde se quedó antes de Cosmos, que era otra cosa) y toma impulso. ¡Y de qué modo!

Jîn trata la historia de una guerrillera kurda que inicia un viaje para visitar a su madre. A través de los increibles paisajes kurdos, cruzando pueblos, aldeas y carreteras desiertas, se tiene que enfrentar a la imposibilidad de indentificarse y la ausencia de dinero, aparte de los múltiples controles militares. Ese viaje imposible, cruzando una naturaleza desgarrada por la guerra, sera la película.

Estamos ante una de las obras del año. Creo, creo, que sorprenderá a mucha gente (aquellos que se atrevan a acercarse a ella). La película es todo un cúmulo de sensaciones, de emociones, que avanzan implacablemente. Una interpretación extraordinaria de su joven protagonista, una banda sonora excelente, una fotografía bellísima y un guión y una dirección notables. En fín, qué más queréis.

Ah, sí, y encima, ya hay subtítulos en castellano. Buenos subtítulos. Un lujo.

Gracias Silien 

Suscribo simplemente lo dicho por Silien: una de las películas del año. Imperdible.

De las películas más atrevidas que he visto últimamente. Esta cinta demuestra lo mucho que se puede hacer con un bajo presupuesto. Y de nuevo, como hacer cine sin recurrir al incansable diálogo. Lo mejor. El personaje, te envuelve y es muy fácil apegarse a ella. La actuación también me ha parecido sobresaliente. Lo peor. Que no complete mi deseo de llenar la historia con más tramas secundarias igual de interesantes como las que ya aparecen, y un final mucho más apoteósico al que nos cuentan. Y por su puesto, que no dure dos horas más, por que yo las vería.

Imprescindible.

La cinta esta llena de contrastes, la tranquilidad y belleza de los paisajes con los disparos y las bombas, la inocencia de una joven de 17 años, que pasea con su fusil por las montañas, la gente dispuesta a ayudarla y los que a la minima intentarán aprovecharse.

En conjunto a mi no me ha acabado de atrapar, me ha gustado la fotografía, pero no he acabado de empatizar con Jin y sin eso la película no deja mucho, Deniz Hasgüler no esta mal, pero no lo suficientemente bien como para llenar los vacíos argumentales, a parte Reha Erdem no trabaja ninguna otra trama ni personaje. Solo paseamos con Jin durante toda la película, sin acabar de entender que hace en la montaña, porque abandona a su grupo. En teoría va a ver a su abuela, pero solo llama a su madre y cuando ve que no puede llegar se esconde en las montañas? por una parte se pinta como que esta lleno de soldados y mil controles y ella pretender llegar alegremente a su destino? cuando ve que no es posible porque no se reune con nadie?... y sobre la escena final, me ha parecido algo forzado.

Película arriesgada que te gustará o no dependiendo de si te metes dentro de Jin y la acompañas sin pensar en nada más.

professor yo tambien me referia a lo de los animales  .

Sobre el argumento o la incoherencia del relato, no es que tenga incoherencias es que directamente me parecio bastante vacio. Me gusta ver todo tipo de cine y de diferentes estilos y a Jin la he votado con un ver, ya que creo que solo por lo arriesgada que es y su fotografia merece la pena el visionado. Pero habiendo leido vuestras opiniones esperaba mas, sobretodo de guion y de trabajo de los personajes.

Hombre, el argumento no tiene mucho misterio (y eso teniendo en cuenta que es una película extremadamente sensorial... o precisamente por eso). Si no nos interesa Jîn, pues es como ver Rambo sin que nos interese Rambo. Si nos da igual que le peguen un balazo o realmente nos importa un pimiento que hace por las montañas, la película no debe ser muy divertida . Pero corregirme: eso pasa con todo el cine. En fin, con todo arte.

Realmente es muy fácil: Jîn es una guerrillera kurda que quiere llegar hasta casa de su madre. Fácil obviamente no lo ve (roba un traje para pasar desapercibida) y tampoco sabe dónde puede encontrar al ejército (y que no se vea por todos lados, lo convierte en esa amenaza invisible y, por tanto, constante). Eso se sabe desde la escena uno: hasta el paisaje más idílico, hasta el paisaje más vacío, puede convertise en un infierno. Que vaya a ver a su abuela pero llame a su madre... ¿Sería muy raro que la abuela viva en casa de la madre? Supongo que cuando no nos interesa la suerte de Jîn nos queda bastante tiempo para ver cosas raras un poco por todos lados (como aquel que analizaba la trayectoria de las balas en The mission, de Johnnie To jeje ).

La escena final... Reha Erdem es un director con una cierta tendencia mística (no lo digo yo, me fio de una amiga). En Kosmos, su anterior película, esto es más que evidente, y el sufismo campa por sus anchas. Para mi la escena final con los animales tiene su sentido en que Jîn al final acaba convertida en parte de ese bosque, como los animales, como la tierra, como las plantas, como la luz.