Si alguien piensa que el cine de Naoko Ogigami es "fácil" o que trata sobre nada en concreto, puede probar a ver esta Bread of Happiness, que es un claro intento de hacer lo mismo que ella. Una joven pareja se traslada a un rincón perdido de Japón para montar un hotel cafetería a base de pan, café y cosas bonitas. Allí se cruzan vidas e historias. Ya con el argumento, es fácil intuir a Ogigami por todos lados. Pero no es tan sencillo. El casi patentando sistema de la directora de la taberna de la gaviota, hace aquí agua por varios lados. Parece que nada falla, pero no, a Yukiko Mishima se le va la película. Unas veces se sale en la curva de la cursilería, otras en la del personaje cómico de turno, otras en el desinterés de alguna historia...
No está mal, y tiene su parte relajante (hasta el sueño). Pero ¿de qué nos sirve ver imitaciones si podemos ver los originales? (sí, vale, con eso me cargo prácticamente todo el cine contemporáneo) Aún así...