Muy buenos estos posts antiguos.
Yo discrepo en algunas cosas. A mí Kin Ki Duk no me parece un director "religioso" y más bien es pesimista y fatalista sobre la naturaleza humana.
Aunque la película posee una fuerte simbología religiosa, a mí me parece que expresa con claridad que la religión no es capaz de dar una respuesta válida a las inquietudes y las pasiones humanas.
Por ejemplo: El hecho de que el maestro se suicide cuando pierde a su querido pupilo demuestra su total fracaso a la hora de entregar su vida a la religión. Al final no puede soportar la pérdida de la persona amada y la soledad.
El ciclo al que se refiere la peli es ese continuo ciclo del ser humano de intentar alcanzar la paz y controlar sus pasiones y el dolor que la existencia produce, todo ello sin éxito... y la religión y el intento de reprimir las emociones y los sentidos a través de ella (por eso se tapan ojos, boca y oídos con el kanji de cerrar) demuestra ser, una y otra vez, inútil, a pesar de sus buenas intenciones.
Es más, Kin Ki Duk incluso llega a comparar la religión con una forma de crueldad de Dios con el hombre... el niño que tortura a los animales al atarlos con una piedra no es muy distinto al dios que obliga al monje a cargar con su Karma (la rueda y la estatua de Buda).
Sobre lo de las puertas... hay dos puertas sin muros, la del lago y las puertas que separan las habitaciones donde duermen los protas y la zona de rezos dentro del templo. Los personajes siempre usan esas puertas a pesar de que pueden pasar por donde quieran. A mí me parece que Kim Ki Duk muestra la separación artificial que la religión crea entre "lo sagrado" y "lo mundano"... entre el mundo exterior y en templo... entre el lugar dónde se reza y el lugar dónde se sueña o se hace el amor... una separación absurda.
Gran peli.