Hace poco Grandma Beverly terminó los subtítulos en inglés de semejante joya. Ganadora del premio a mejor película en los certámenes Kinema Jumpo, Blue Ribbon y Manichi Film Concours. Y eso teniendo en cuenta que competía contra obras maestras como A Geisha y Ugetsu Monogatari de Kenji Mizoguchi, Gate of Hell de Teinosuke kinugasa, que ganaría la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Oscar a mejor película extranjera, o contra la película a la que muchos críticos consideran la mejor película japonesa de la historia: Tokyo Story, de Yasujiro Ozu.
La película refleja tres historias cortas en la que el denominador común será la dificil posición social de la mujer en la época Meiji. Un clásico imprescindible...
A mí también me lo parece –un clásico imprescindible–. Lo de los premios puede valer como recomendación, pero también puede volverse en contra de la película si uno se pone a compararla con esas otras a las que «venció» en 1953: así sucede por ejemplo en un interesante comentario que hay en la IMDb en el que se señala también el peculiar olvido de
Nigorie en listas más recientes (algún top 100 o top 200) del Kinema Jumpo ese, o sea, de los mismos que en su día, 1953, la habían puesto por las nubes. En fin, modas que vienen y van...
Una cosa que Jamsa olvidó comentar es que los tres relatos que configuran esta película de episodios proceden ambostrés de la escritora Ichiyo Higuchi, que vivió y murió joven (24 añitos) en la era Meiji, de 1872 a 1896. Los tres relatos parecen ser de su última época, en torno a 1895. «...la dificil posición social de la mujer en la época Meiji»: en efecto, Imai ofrece aquí, de la mano de Ichiyo Higuchi, un retrato descarnado de la vida femenina en aquellos tiempos tan llenos de esperanza: la esposa (
Jûsan'ya, «La noche decimotercera»), la criada (
Ôtsugomori, el último día del año) y la geisha (
Nigorie, «aguas turbulentas» más que «barrosas» según Grandma Beverley). Bueno, en la tercera historia hay una segunda esposa (Haruko Sugimura), y en la segunda hay otro par de ellas, pero esto me rompía la simetría, jeje. Atención al papel de Seiji Miyaguchi, un año antes de convertirse en maestro samurái, y aquí con más líneas (y fotogramas) que en sus usuales papeles de secundario.
Acabo de enlazar los subtítulos (made by yours truly, hechos por su seguro servidor de Vds.), conque ahora ya nadie puede decir que no la ve porque está en inglés. Gratitud repetida al
professor Keller, que comenzó hace un par de años con el proyecto sin terminarlo y recientemente me dio vía libre cuando le comenté mi deseo de ocuparme de los subtítulos.