¡Uf! ¡Hani es explosivo!
Buenas noches primero, que no os he saludado.
Hani es explosivo: rellena una botella con su eficacia de documentalista, le pone de mecha su sensibilidad de rebelde y le prende fuego con su osadía de poeta. Y te tira el cóctel molotov a la cabeza. A ver si te enteras cuando explote. ¡Y vaya si te enteras!
¡Qué barbaridad de peliculón! Con una habilidad natural para encontrar los puntos de ruptura en la psicología de los personajes, Hani les da una profundidad inusual. Ahí está su realismo, en los edificios de los suburbios, en las chabolas, en los descampados. Y ahí está su magia también, en las relaciones, las necesidades, las pulsiones humanas no dominadas. Cómo ella necesita desesperadamente involucrarse en la vida, en su propia vida, a través de las vidas ajenas. Cómo eso la hace parecer impositiva cuando sólo es sincera. Cómo logra saltar el abismo social porque es en el otro lado de esa valla que están construyendo para separar a los pobres de los integrados donde ella encuentra identificación....
Vale: tengo que recordar no ponerme a comentar una película nada más terminar de verla.
Y la actuación de Kikuji Yamashita es simplemente fascinante. ¿Quién es? ¿Está actuando de verdad? ¿De dónde saca los referentes, las sensibilidades para hacer esa increíble interpretación? Mientras escribo, le investigo y mi desconcierto aumenta: sólo tiene dos créditos, el de esta película y un documental ¿sobre él mismo? firmado por Shinkichi Noda. ¿Quién sabe algo? Ah, la otra pestaña da sus frutos. No le conocía, pero resulta ser un pintor, activista y profesor. Con influencias del surrealismo. Reclutado de joven, le mandaron a China y a su vuelta desarrolló una trabajo muy interesante, conjurando la locura de la guerra, sus experiencias, que incluyen matar a un prisionero chino. No os lo perdáis (aunque no descarto que lo conozcáis todos menos yo):
http://ocw.mit.edu/ans7870/21f/21f.027/protest_art_50s_japan/anp1_essay04.htmlHabiendo visto sólo un par de películas más y un par de documentales eternamente si subtítulos, Susumu Hani me parece una pieza fundamental para entender esas décadas prodigiosas del cine japonés y mundial.