Traducidos los subtítulos, me he vuelto a ver la película.
Me gusta y diría que me parece la mejor de Wakamatsu de esta última época, más que nada porque United Red Army y Caterpillar no me gustaron mucho. Aquí no está el Wakamatsu reflexivo y humanista, sino el erotómano y vengativo, el que odia a la autoridad y a la sociedad. Es una película sobre vivir al margen de la ley y ser libre o vivir cómodamente en la sociedad y ser un esclavo. Un drama de muchas películas del director, aunque aquí cambia el bello 35 milímetros y la violencia sexual de sus películas más reputadas por algo más melodramático y por una fotografía digital casi casera. De esta manera ha cambiado el cine de bajo presupuesto, e imagino que es algo que se le puede achacar a la película.
A mi su estética digital no me molesta, pero a los que busquen películas con buena producción, les horrorizará. No le importa que se vea la trampa y en ocasiones las evidencia: a veces filma los focos de iluminación y en otras los personajes hablan directamente a la cámara, como dirigiéndose al espectador (en un discurso político agresivo sobre Japón tras Fukushima).
Y al final, la película es un simple kaidan, una película de fantasmas con mujer de pelo largo, como las de toda la vida, aunque mezclado con cine negro (el espíritu femenino como mujer fatal, claro) y con cuatro cosas de pinku, tampoco mucho, en eso puede decepcionar.
En fin, una película curiosa que si os atrevéis algo bueno encontraréis (aunque sea una mujer desnuda, jeje).