Me ha gustado. Como siempre tienes que luchar contra la tentación de compararlo con el Miike que sus fans tenemos en la cabeza, que es el Miike que va hasta Izo. Ese Miike loco que en cada película parecía abofetear la historia del cine, transgredir todos los conceptos establecidos y que nunca sabías con sus películas hasta qué punto estabas ante la obra de un genio o de un loco. En ese sentido, tanto las grandes películas de Miike como las menos resultantes, eran en parte más satisfactorias, porque siempre tenían algo que las diferenciaba, que las hacía únicas.
Lesson of the Evil es una cosa muy distinta. Sí, hay mucha locura y mucha violencia, pero todo entra dentro de la lógica del relato. Incluso a veces tienes esa molesta sensación de que es Miike jugando a ser sí mismo. Pero también es cierto que cuando Miike trata de volver a ser aquel Miike, uno tiene la rara sensación de que nos está dando gato por liebre. Así que con esta película hay que quedarse con lo buen slasher que es. No en vano empieza casi igual que Profondo Rosso de Argento y que Halloween de Carpenter, dos obras clave del género. Luego tiene sus cosas de cine de adolescentes, de ecosistemas escolares, todo muy bien. Esa calma tensa que precede a la explosión de la acción, no sólo funciona bien como cine de género, sino también como documento social o como le quieran llamar: los teléfonos móviles, la competitividad del instituto, el bullying, la homosexualidad... magníficamente tratado, sin que parezca que te estén soltando un discurso sobre la maldad/bondad/etc.
Entonces, queda como una muy buena película de género, donde Miike es un buen ejecutor. Podemos, sí, achacarle que no es el Miike que nos enamoró, pero quizás ese no vuelva. Y yo lo prefiero haciendo esta película que Ichimei y esas cosas, ese cine "prestigioso" que da mucho miedo, como si Miike intentase ser un Yamada o un Kore-eda. No, por favor.
Otra cosa que le echaría en cara es que, aunque la película ya es muy larga, parece que faltan minutos. Me gustaría más que algunos chavales tuvieran algo más de protagonismo, porque en la parte final se desatan algunos dramas entre ellos y realmente apenas los has visto durante el metraje.
En fin, que si cruzamos Confessions, Suicide Club y alguno de esos slashers americanos donde un profesor americano se pone a machacar alumnos, pues nos quedaría algo como lo de Miike en esta peli. Y para los fans-fatales de Himizu, salen sus dos protagonistas, así que yo no puedo estar en contra.