A mí me fascinó.
Las peleas los movimientos de cámara, la acción en la posada.
La tensión, los tiempos muertos, que evidentemente son a propósito y no tienen que ver con cosas de época.
Toda la acción concentrada en un solo lugar, la tensión que se juega en esos momentos de aparente inmovilidad, pero que corre como río subterráneo.
Luego, esos 10 minutos finales, geniales.
Y noté cierto toque de humor.