Vaya, soy víctima de mis inconstancias, ofrecía el regalo de mi silencio, pero no puedo evitar castigaros con mis erráticas disquisiciones
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Primero he de sentar la base de que, mis intervenciones han sido con el ánimo de compartir opiniones, confrontarlas, asimilar aquello que me aportan los demás, y enriquecer mi opinión inicial llegado el caso (tesis,antítesis y síntesis), sin virulencia y de buen rollo
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Por favor que nadie se ofenda, que es lo último que desearía, ni siquiera por error. Estimados Silien y Professor Keller, sabed que respeto profundamente vuestras intervenciones, pues como siempre aportan conocimiento y luz, y me arriesgo a creer, no me arriesgo, creo firmemente que van encaminadas a mediar ante lo que pudiera parecer una batalla de la FIESTA YAKUZA VI
, pero no os asusteis, no es el caso, aquí todo es buen rollo. No obstante os recomendaría, si no os lo tomais a mal
, que vierais la peli, y claro al final deberais echar un vistazo más exhaustivo a todas las intervenciones (os podeis ahorrar mis rollos patateros
). Me atrevo a hacerlo, porque el tema está derivando a terrenos que no encajan con la película, ni con las opiniones de los que hemos participado, y por ende se está cayendo en simplificaciones, generalizaciones que al final nos lleva a un metanálisis de todas las intervenciones, alejandonos del tema original.
Bien es cierto que de la aportación de la referencia de Silien, sí rescato el dilema que debe existir dentro de un cineasta, extensivo a cualquiera que quiera comunicar algo con imágenes, bueno a cualquiera que quiera comunicar algo, del impacto que pueda causar los medios que utilice para conseguirlo, en estos casos la crudeza del reflejo de la realidad, y si al final lo que se consigue es un adormecimiento de las voluntades éticas ante lo que se quiera denunciar, o una respuesta útil. Y lo rescato, para Silien, porque cuando veas la peli, si la ves, creo que estarás de acuerdo en que el impacto de lo artístico y el dramatismo que refiere el artículo no son ni con mucho equiparable a lo que esta película pretende reflejar. La sacudida de lo que transmite es interior, no por escenas que plasmen una excepcional dureza, que las hay pero eso va con el umbral de sensibilidad que cada cual tenga
(a mí por ejemplo ver que una niña de unos 8 años, que se ve obligada a ocuparse de atender un antro de hospedaje, se le propone vía dinero y a la fuerza después contentar a un cliente y se libra por una intervención in extremis, por un millón de veces que la vea, el impacto y la rabia muy al contrario que disminuir, crece exponencialmente). Y para Genjuro, la rescato por el hecho de, y doy por sentado, faltaría más, que sí estamos de acuerdo en el fondo, pero no en la forma, que hay formas de manifestar una atrocidad que por muy obvias que parezcan, son suficientes y necesarias, porque si no lo que parecería es que lo que se espera es una utilización de recursos de impacto, de esos que plasma el artículo. ¿Habría sido más adecuado al tema, si se hubiese visto como transportaban a la niña en una jaula?.
Haciendo una reflexión rápida, y seguramente me equivocaré, lo que ha podido provocar la introducción de nuevas posturas, un tanto holgadas al tema, es quizá la comparativa "con una niña judía camino de un horno agitando una banderita nazi", pido disculpas si es una presunción desacertada. Pero es que ni siquiera, la comparación es apropiada, Genjuro. ¿Tú crees que las dos tienen motivos para agitar banderitas?, una no y lo sabe, en la única película en la que se podría haber visto algo semejante es en "La vida es bella", y se construía esa respuesta en base a un engaño, pero para conseguir esperanza, la otra en cambio, si tenía motivos para hacerlo, porque ella estaba intoxicada del engaño, dopada de esperanzas vanas. Y ese es el drama que se intenta reflejar en la historia, ya comienza, sin que arranque ningún fotograma, con el título, y el mazazo final es parte de la exposición, del desarollo narrativo de lo que se quiere exponer (la película estéticamente es normalita, tiene deficiencias interpretativas, a veces roza lo estrambótico y artificioso) y es eso lo que la hace tan reseñable positivamente, y por supuesto la interpretación de las dos hermanas, inconmensurables, solo por ellas, se debería ver.
Y es aquí donde hay que aprovechar la intervención de mi compi de batallas Professor Keller. El tema de discusión, siempre afable por supuesto, no es una cuestión de filias o fobias hacia un determinado país, sino que el análisis de la película lo requiere, y no creo que tenga que ver tanto con una visión de la proyección histórica de las relaciones y consecuencias entre dos paises, observación que también hace Silien. Habría dado lo mismo si la narración se ubica en Zambia, España o cualquier otro. Lo que habría sido común, el título y la reflexión sobre la actitud de un país todopoderoso con su entorno, y a lo largo de su historia (mínimo a partir de la 1ª guerra mundial, cuando explotan el negocio del intervencionismo, pasemos de puntillas, por lo que nos toca, por la guerra de Cuba, que ya bastante cargado está el tema), porque en si es parte del meollo, y da lo mismo con lo que se plantee el drama; petróleo, niños, coltán, libertades, terrorismo, etc. Por supuesto el director es coreano, conoce la relidad de su país, creo que infinitamente mejor que cualquiera de nosotros, y expone rasgos de la misma, pero en ningún momento como herencia traumática de su relación con los EE.UU (por lo menos yo no fui capaz de verlo así). Y dicho esto, es cuando parece que hay que aclarar, para que no se caiga en simplificaciones rápidas, que cuando una película hace crítica manifiesta o velada, de esta nación, que cuando los que denunciamos abiertamente a esta nación, casi hasta el paroxismo, y si Surabaya me lo permite, yo me alineo con él, lo hacemos a la "nación" y no a la totalidad de su "pueblo", nación en su acepción de lo político, y de lo que de negativo se derive de ello. No por ello obviamos lo bueno que tenga su pueblo. Porque si eso fuera así, sería como autodefinirnos como oligofrénicos (Ejem: Odio a los estadounidenses porque intervinieron donde ni les iba ni les venía, Vietnan. Y también odio a los movimientos contra la guerra del Vietnan, que se produjeron en EE.UU, porque eran estadounidenses). Yo os puedo asegurar que cuando me voy a dormir no me asalta el dilema de si quemar los libros de autores estadounidenses, deshacerme de las pelis de Capra, arañarme la cara por caer rendido ante cualquier interpretación de Bogart, Gable, Hepburn, ¡hasta las malas!, etc, renegar por escuchar a Dylan, Chapman, Miles, etc, por estar de acuerdo con Chomsky. Y estos son solo los tópicos, la lista sería interminable. Yo disfruto incluso con algunas de las películas comerciales. Entonces creo que queda clara la etiqueta "odio a EE.UU". Se odia lo negativo, lo que acarrea consecuencias nefastas a terceros. Y ahora a ver quién es el valiente que da un paso al frente y defiende que esto no ha sido profuso en la historia de este ilustre pais
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En cuanto a la recomendación del libro de Susan Sontag, genial, yo lo leí hace años, no te podría decir ni una frase del mismo, no me acuerdo ni de como empieza, pero te puedo asegurar que forma parte de mí, de mi actitud, de parte de como soy como persona, es más creo que hasta lo lei dos veces, y ya te digo que no me avergüenzo en reconocer que no me acuerdo de una palabra, porque sin ser consciente de ello, actúo conforme a las cosas que me aportó en términos de empatía, y como ese libro muchos otros, muchas películas. Y es por eso que me he metido en este fregado, porque esta película sin ser una maravilla (y yo le doy un imprescindible), es de las que te hacen reflexionar de hacia donde va este mundo, es de las que te hace pensar más en buscar soluciones a las causas, que qedarte impactado con los recursos utilizados, lo que se mostró fué suficiente, no hizo falta más adornos para la gran mayoría de los intervinientes. De estar de acuerdo o no en la utilización de un recurso narrativo, o estético, no se debe caer en la defenestración de todo un intento casi hasta la burla. Y es que a nadie se le escapa que hay películas en que lo importante es el aspecto artístico en lo sesorial, otras el técnico, el interpretativo, y estas categorías si están sujetas a los gustos de cada cual y eso no es discutible, se respeta. Pero hay otras en que lo importante es lo que quieren denuciar, lo que quieren exponer al juicio del espectador, y eso ya tiene que ver más con aspectos éticos, o de justicia, o de bien y mal, y estos si debieran tender a igualarnos en los comportamientos para conseguir la optimización de lo ético y moral a través del intercambio de opiniones y el respeto mutuo. Pero no obstante os doy mi palabra, que si después de verla, seguís pensando que ha sido desproporcionado como se ha tratado este tema, no volveré a intervenir
, bueno, o eso creo
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Y Genjuro no te lo vayas a tomar a mal
, es más te tengo que apreciar porque has conseguido algo que no me gusta nada, aunque parece lo contrario, y es el escribir y manifestarme publicamente. Lo cual queda patente por este rollo infumable aquí, y en otras intervenciones en otros temas, y es que el que no está acostumbrado hace agua por todas partes
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Un cordial abrazo para tod@s, y lo dicho, que nadie se vaya a enfadar, que no se hace con esa intención, que esta comunidad es admirable
. Por favor, por favor no me echeis por pesado
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