Propaganda política antiiraní disfrazada de película festivalera aburrida.
Dedicada a la memoria de, junto a otro, Farzad Kamangar... un terrorista condenado por hacer atentados en Irán...
Así que el régimen de Erdogan ahora se dedica a hacer películas homenajeando a terroristas, así que no me extraña nada que sea uno de los máximos patrocinadores de los terroristas que están ensangrentando a lo bestia a Siria, tanto soldados como civiles.
No me ha gustado, pero la culpa es mía por no leer las sinopsis nunca, con lo que me estoy llevando últimamente algunas desagradables sorpresas.
Por cierto, está coproducida con Iraq (algún millonario kurdoiraquí, supongo), no con Irán, lógicamente.