Kanji Nakajima es un director que o te gusta o no.
A mí su clon astronauta me entusiasmó. No tanto por la historia en sí -ya que no se trata de un guión muy elaborado- sino por su forma de tratar las imágenes.
En esta producción encontramos al mismo Nakajima, pero aún más poético, y -en mi opinión- con más acierto que en su largometraje sobre el clon. Puede que por el trasfondo que tiene, puede que por la duración, puede que por los escenarios, o porque no puedes dejar de sentirte en parte identificado... bueno, quizá identificado no sea la palabra... no puedes dejar de reconocer en los personajes, actitudes y pensamientos conocidos.
Una historia sencilla y bien contada que se apoya más en las imágenes, que en el dialogo. Recomendada para aquellos que gusten de este tipo de cine, y sobre todo para aquellos que estén un poco cansados de tanto artificio y quieran un poco de honestidad en imágenes. Yo se la recomiendo a kurono, que creo que le gustará... ¡Qué porras! Hasta le dedico la traducción
En flower powerrelease... ¡A disfrutarla!