jidaigekipedia.comDueño de su destinoLlegamos a la cuarta entrega de la saga
The Crimson Peacock, esta vez con un título que nos acerca el recuerdo de otros dos personajes míticos del chambara. El mencionado título es
Blind Swordsman Ukinemaru, y esos dos personajes no pueden ser más que Zatoichi y Tsukue Ryunosuke, aunque la ceguera que aquí simula Chiyonosuke Azuma se parece más a la de Raizo Ichikawa que a la de Shintaro Katsu. En cualquier caso no va a desenvainar la espada hasta el final.
El gran comerciante, que sinceramente me sorprendió en su aparición como lider supremo de las Calaveras, se reserva para la batalla final y no aparece en esta entrega. Sí lo hace su fortaleza secreta de Ukinejima, que segúramente suplirá el vacío que dejó el
Moonlit Skull Castle que no llegó a existir.
Cada vez hay más personajes, y cada vez se alejan más unos de otros. Los grupos se rompen y las partidas de rescate que se crearon en la anterior película se dividen aún más. No es el problema de Kumi, que por su escasa habilidad acaba prisionera de cuanto villano se presenta en su camino, y nunca llega a encontrarse con nadie. El olvidado gobernador Kamon, por su parte, es trasladado por Ikkaku de una prisión a otra, y por lo visto no va a salir salvo que, como parece, se le reserve un papel destacado en la batalla final.
Poco se avanza en la búsqueda del Pavo Real Carmesí. Empiezo a sentir curiosidad por saber cuál va a ser la conexión entre el tesoro y la lucha entre el bien el mal. Sólo espero que, por muy infantil que sea el tono de la saga, el guionista se moleste en pensar algo más elaborado que lo que se ha sugerido en algunos diálogos de este capítulo.
Ya sólo nos falta la última escala de esta aventura. Sea cual sea el final que nos aguarda, las cuatro horas de entretenimiento que llevamos acumuladas hay que agradecérselas desde ya a Ryo Hagiwara y su elenco de actores.