Muchas gracias por este, para mí, nuevo Naruse, y por los subtítulos. Verdad que no se trata de uno de sus grandes filmes, pero es un bello retrato de un instante de infancia, un corte mínimo en una vida, de los que tanto le gustaban a su autor.
Ver este cine tiene un gran encanto, para mí es un viaje a otra forma de hacer cine, de contar una historia y de verla, diferente, mucho más cercana al Naruse silente y a los orígenes del cine que al de sus últimas películas (de las que, sin embargo, se halla mucho más próxima).
Tal vez no sea una obra imprescindible por sí misma, pero sí lo es dentro de la obra general de este grandísimo autor (y de la visión crítica que tuvo de su sociedad) sobre la que arroja una luz incomparable.
La actuación del pequeño protagonista me ha parecido maravillosa.