Estamos ante una road movie en potencia. Bien es sabido que uno de los sellos característicos de
Kurahara en practicamente todas sus películas es filmar a grandes velocidades desde automóviles. Imaginaos lo que supone rodar para
Kurahara esta road movie. Practicamente media película es en carretara, con cientos de planos, todos perfectamente cuidados, y con esa cámara en tercera persona que tanto le gusta al director y que tan elegantemente sabe utilizar. Yo bautizaría la película como road-love-movie, ya que dentro de ese gran viaje en coche en el que se centra la película, hay una intensa historia de amor, que destaca entre todo demás y consigue llegar al corazón del espectador.
El reparto, como no podía ser de otra manera en una producción Nikkatsu de los 60, contiene a dos de sus grandes estrellas del momento.
Ruriko Asaoka y
Yujiro Ishihara formaron una de las parejas cinematográficas mas emblemáticas en aquellos años. En 1962,
Ruriko y
Yuhiro llevaban practicamente el mismo tiempo actuando, la actriz empezó en 1955 y en tan sólo 7 años ya había colaborado en 80 películas frente a las 50 en las que había participado Yujiro en 6 años de carrera. Puede que sea bastante imparcial debido a mi enorme atracción hacia las mujeres, pero creo que Ruriko está enorme, hace una actuación a la par de su belleza, su sola presencia suma puntos a cualquier película.
Kurehara se aleja bastante de ese cine rodeado de violencia tan característico de él. Pero es otra muestra más de su grandeza, sabe rodar cualquier género que le plazca Su conocimiento sobre el lenguaje cinematográfico queda plasmado magistralmente en cada uno de sus títulos a lo largo de su trayectoria profesional. Si sois como yo, de los que se fijan en los pequeños detalles, podreis apreciar la grandeza de este director. En fín, ya comenté en otros títulos que es un director imprescindible.
Para concluir, una película muy recomendable, en la que os adentrareis en un viaje rodeado de sentimientos.
Sinopsis:
Noriko está locamente enamorada desde hace dos años de su novio Daisaku, afamado periodista y locutor de radio con una agenda plagada de trabajo y eventos. Su amor es tan grande que cada día anota en la pared los días que han pasado juntos. Noriko, además de ser la pareja de Daisaku, también es su manager, por lo que de mutuo acuerdo llevan su relación en la más absoluta intimidad. La pareja solamente basa su relación en la amistad, ya que tomaron la determinación de no tener ningún tipo de contacto carnal, ni siquiera besarse. Daisaku vive estresado y cree que ha llegado el momento de tener relaciones con Noriko, pero su intento se verá frustrado por su compañera sentimental, haciendo que Daisuke en un ataque de ira deje toda su vida atrás para volcarse de lleno en un caso de su programa de radio. Daisuke se ofrecerá para llevar un jeep de vital importancia desde Tokyo hasta Kyushu. Durante el viaje sufrirá la persecución por parte de la prensa, dispuesta a explotar el gran filón de la historia. Noriko tampoco se quedará de brazos cruzados, también se pondrá al volante y durante el largo recorrido seguirá a su amor para intentar recuperarlo por todos los medios.