Que gran película de Kobayashi. Menos abrusca que cosas como Bashing o The Rebirth, aunque igual de definitiva en su plano emocional.
Siendo Kobayashi un director de "indie duro" aquí abre la paleta a una mayor facilidad narrativa pero sin perder sus características como realizador. Y lo que consigue es una estremecedora historia de relaciones familiares que a mi me recordó al Ozu mas amargo, unas relaciones de ninguna manera maniqueistas y basadas en la realidad, el instinto, y lo cercano y casi paralelo que está el amor y el rechazo en esas cosa llamada familia que nunca está claro que es y lo que significa.
Pero ante todo una cosa, y es que Nakadai está ENORME. Esperen, que creo que no me he expresado bien. Quería decir que Nakadai está ENORME .
Creo que no lo he visto antes en ninguna película posterior a los 80s, y me he quedado acongojado observando como un mito como él, en una película como esta, va y hace lo que hace. Los Allzines del año que viene aun quedan lejos, pero yo ya tengo a un candidato principal a mejor actor y alguien lo tendrá que hacer pero que demasiado bien en lo que queda de año para superar esto.