Si algo hay que reconocerle a Dante Lam (y se le pueden reconocer bastantes cosas) es que siempre fue un hombre de su tiempo con un cierto toque de otros. Empezó a hacer cine cuando los demás salían corriendo (1997) y ya por entonces fue capaz de hacer Beast cops o Jiang Hu: The triad zone, que son películas que llegaban cuando parecía que todo había sido inventado (y casi olvidado) y le daban un cierto toque personal (y mítico) a aquello. Cuando definitivamente sí, todo estaba olvidado, hizo Heat team, una película por encima de su tiempo. Y cuando ya echábamos todo de menos y llorábamos por los rincones, se sacó de la manga Beast stalker o Stool pigeon, imperfectas pero brutales a ratos. Y ya se sabe, en el país de los ciegos, el tuerto...
De modo que aquí tenemos a Dante otra vez. He de reconocer que a veces tengo un problema con el cine actual hongkonés (y supongo que ocurre en otros, pero no veo más cine de acción que este, por lo general): empiezo a pensar que nada en esas películas es real, que está todo generado por ordenador. Todo. Las flores, los edificios, las ciudades, las personas, la comida que comen, el perro que cruza, las nubes,... En un cine tan desmesurado a menudo como el de acción, podríamos pensar que esto es lo de menos, pero no. Para mi la acción se base en lo material. Debemos tener la certeza o la intuición, de que eso podría ser así. Que es imposible, vale, pero debe apelar a nuestra ingenuidad. Pero entre tanto artefacto recreado, ¿dónde queda esa ingenuidad necesaria? Pues en ningún lado. Y entonces uno asiste ya a este cine como a un circo de tres pistas, lleno de más difíciles todavía. La emoción, la emoción se perdió. Y The viral factor, es una digno ejemplo de ello.
Esta vez Dante Lam nos ha ahorrado los interludios amorosos, aunque no evita algo de sentimentalidad. Así, tenemos dos horas con aproximadamente una hora y tres cuartos de acción pura y dura generada por ordenador (o no, ya es indistinguible... no porque los efectos sean mejores que nunca, sino porque se rueda más falsamente que antes, de modo que todo se iguala peligrosamente). Explosiones, tiroteos, persecuciones, virus, malos muy malos, buenos muy buenos, malos buenos, qué se yo, lo típico. Sorpresas nos vamos a llevar bien pocas, de modo que lo que nos queda es asistir a lo que dió de si la imaginación de Dante Lam y Chin Ka-Lok a la hora de las coreografías de acción, y a unas interpretaciones, buena en el caso de Nicholas Tse e inexpresiva en el de Jay Chou (vamos, si es él y no está generado por ordenador, que tengo mis dudas, ya digo).
¿Y la historia? Fascinante: Un policía que trabaja de escolta recibe una bala en la cabeza durante el secuestro de un tipo especialista en virus peligrosos, que le condena a morir en no mucho tiempo. Aprovecha para visitar a su madre, y se encuentra con un padre y un hermano por ahí perdidos. Va en su búsqueda, y como el mundo es muy pequeño y circular, acaba por encontrarse de nuevo metido en el lío del virus, que no es otra cosa que unos tipos que quieren hacerse ricos esparciendo el virus y luego vendiendo la vacuna (creo que es una especie de alusión al capitalismo, su debacle y los remedios actuales

).
En fin, eso es todo. La película entretiene, gustará a los amantes de los videojuegos, y sólo puedo confirmar la versión más pesada de HDChina. Habrá más, supongo. Vamos, que con mis comentarios y esto, os la vais a bajar sin duda
.gif)
. Tenéis la ficha en Asiateca:
http://www.asiateca.net/cinedb/fichas/pelicula.php?p=1220 .