Pues no ha estado nada mal esta segunda película del japocoreano. Distintas historias interrelacionadas a cual mas pesimista y desesperanzadora sobre personajes en el límite, y que consigue que hasta asesinos confesos transmitan empatía y lástima al espectador.
Solo un pero, y es que se podía haber ahorrado la historia de la madre/esposa abandonada y puteada, y no por mala, al contrario, porque me parece que por separado hubiese podido dar pie a una tragicomedia realmente destacable.