De Hirokazu koreeda, una película que recientemente ganó el premio a mejor guión en San Sebastian. Y es que la construcción de los personajes se lo merece. ¿Que milagro es ese que hace que en menos de quince minutos consiga que formes parte de la vida de una persona que no conocías antes?, el milagro del cine claro. No confundamos, la historia en si es sencilla, pero los personajes son profundos y con la ayuda de un buen montaje y ese toque de genialidad que solo los grandes directores tienen, consigue que no te despegues de la pantalla.
Koreeda nos cuenta la historia de dos hermanos que fueron separados y que hace ya medio año que no se ven. El mayor vive con su madre y el pequeño con su padre. Así son sus vidas ahora, el mayor entiende que se trata de algo temporal, pero echa mucho de menos a su hermano y sueña con que su familia vuelva a ser feliz y unida. El pequeño sin embargo, piensa que ahora están mucho mejor. Ya no hay discusiones en casa y ya que su padre es artista, le deja muy a su aire. Pero a esta historia le falta un equilibrio. Por que aunque no lo sepan, los dos hermanos están conectados y se necesitan. Será un chismorreo de colegio el que lleve al hermano mayor, la idea de volverse a juntar. Según el chismorreo, cuando dos trenes bala se cruzan se producen unas chispas, y si en ese momento pides un deseo, se cumplirá. ¿Pero los dos hermanos desean lo mismo?
La película habla sobretodo de la falta de atención infantil y la irresponsabilidad de los padres. O al menos es lo que me ha parecido entender, pues es obvio. Pero sobre todo habla de una frase que suena en la cabeza de mucha gente; "Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo". Y el ejemplo más directo es en la escena con la niña que quiere ser actriz. Todos los niños que aparecen en la película, amigos de los dos hermanos tienen una gran fuerza de voluntad, y son muy capaces de hacer frente a estos graves problemas. Pero no todos los niños son así, ni mucho menos, más bien son una minoría absoluta. Por eso creo que la sensibilidad con la que se ha tratado este tema es admirable. Y los niños unos magníficos actores. Me viene ahora a la mente la escena en la que el hermano menor va al bar de "tapas" de pulpo y le exige al dependiente que le haga un descuento jaja.