Otra nueva joyita del cine menos conocido de Kurosawa que me he dado el gustazo de descubrir.
Un joven de 24 años despierta después de 10 años en coma. Con toda la vida que había conocido desaparecida se pone tercamente a intentar recomponerla.
Curiosos resultan esos detallitos cómicos en plan trompazos metidos en medio de lo que es en definitiva una de las típicas historias "con trascendencia" que acostumbra a rodar el director. Es como si estuvieran incluidos para que el peso dramático de la historia no se volviese demasiado sentimental y poder mantener el tono justo donde lo quería en todo momento.
A colocar en el estante de sus segundas grandes peliculas (o sea, todo ese montonazo que tiene por debajo de Cure y Kairo
).