No profe, no quería decir eso.
A lo que me refiero es que la gente, la mayoría de la gente, vive en un mundo dónde no se buscan problemas, donde la gente quiere vivir su vida y no quiere estar preocupada de que un loco le pueda rajar a la vuelta de la esquina. Pero también existe un mundo en el que a dos turistas las secuestran en Barcelona y las tienen 3 años viviendo como esclavas sexuales, y donde se mueve una gente para los que la vida realmente no tiene valor. Y fuera de cualquier otra cuestión moral, religiosa o política, eso, el respeto a la vida de los demás, debería ser un valor universal.
En las sociedades avanzadas existen cuerpos policiales que están en contacto permanente con ese mundo, y a lo que voy es que cuando te mueves demasiado por ciertos círculos, cuando lo que ves todos los días es eso, cuando toda tu vida gira alrededor de ciertas cosas, es fácil perder la perspectiva y confundir lo que se ve con la realidad. De ahí a actuar de esa manera hay un paso. Y no voy a temas filosóficos, ni busco el origen de los distintos estratos que conforman la sociedad. Hablo de una realidad actual. Repito que no es que la peli trate de eso. Sólo que como ha salido el tema, es muy fácil decir "todos los policías son unos hijos de perra" y olvidarnos que muchos de ellos, la mayoría, son personas normales y corrientes.
Pero ahora sí, volviendo a la peli y ya que he tocado el tema, creo que eso, que los polis son personas normales, es un punto importante del guión. Casi ningún poli corrupto de la peli es policía por vocación. "Es un trabajo" dicen. El no llegar a ser totalmente consciente de lo que representan hace mucho más fácil caer en cierto tipo de actitudes. Si la gente saca las garras y hace lo que sea por ascender en su puesto de trabajo, cómo no va a pasar en la policía japonesa cuando la gente entra ahí sólo por tener una ocupación.