De quien sí hay cositas disponibles y voy a abrir fichas próximamente es de otro de los grandes del documental japonés de postguerra, Shinsuke Ogawa. La calidad es muy mala (vhsrip con subtítulos incrustados), pero merece la pena...
¿Lo hiciste al final? Muchas gracias por este documental de Tsuchimoto que acabo de ver. En efecto, lo que me encanta de este mediometraje es que lo que empieza con intención de ser una crónica del tipo "un día en la vida de un taxista tokiota", al final se acaba convirtiendo en uno de los retratos más realistas y descarnados que he visto de la capital nipona a mediados de los 60. Tsuchimoto nos muestra el lado más oscuro y siniestro de ese desarrollo vehemente que la ciudad experimentaba en 1963, a falta de un año para la celebración de sus Juegos Olímpicos. Aquí no vemos a ese Tokio triunfal que nos presentaba Kon Ichikawa en su documental oficial sobre las Olimpiadas de 1964, sino a un Tokio más bien siniestro, algo inhumano, con más de caos que de orden, con un tráfico selvático que hoy nos haría viajar mentalmente a ciudades como El Cairo, con guardias de la circulación muy celosos de velar por eso que ahora llaman "el afán recaudatorio de las administraciones". Un Tokio ahogado en el lodo que provocan sus infinitas obras públicas, y encarcelado en opresoras estructuras metálicas que algún día alzarán a decenas de metros sobre la superficie autopistas o líneas de ferrocarril. Vamos, un sitio de esos que te inspira cualquier sentimiento menos ganas de irte a vivir allí. Podría uno engañarse a sí mismo y decir que ese Tokio no tiene nada que ver con el Tokio de hoy, si no fuese porque la cruel realidad es que ese Tokio es la base sobre la que se cimenta el Tokio actual.
Que eso, que me ha encantado el documental.
Un saludo