Vista. La verdad, me resulta alucinante saber que en su época esta película no tuvo cabida en las salas comerciales. Quizás no estaban preparados para este tipo de "jidaigekis" donde los samuráis no desenvainan la katana en ninguna ocasión y ofrecen su lado más humano, sus sentimientos, sus pasiones, sus debilidades, sus rutinarias labores en tiempos de paz. Esta película me ha hecho recordar a las que, ya en el presente siglo, ha dedicado Yoji Yamada a la vertiente no bélica de los samuráis. Quizás este filme de Ichikawa vino a marcar tendencia en el cine de ambientación histórica japonés.
Una bonita historia, donde se entremezclan elementos de romanticismo y de "kaidan". Buenos planteamientos fotográficos.
Le pongo un "imprescindible".
Saludos