La vi hace unos dias pero me ha costado comentar algo ya que no me quedó clara una opinión firme respecto a ella. Al rpincipio me costó entrar ya que no me esperaba que estuviese rodada en un sentido tan teatral, tanto en la manera de actuar de los intérpretes como en los diálogos mas propios de un libreto que de un guión cinematográfico. Y aquí mi incertidumbre a la hora de valorar la cinta, ya que aunque presuntamente me tuve que esforzar para meterme en materia, hubo un momento que la paré calculando a ojo que estaría por su mitad y ante mi sorpresa vi que ya estaba en sus cinco minutos finales. Esto es la principal causa de que me hayan quedado unas sensaciones muy contradictorias. La verdad es que el director utiliza dos horas de metraje solo para contar un detalle, un único acontecimiento sobre el que gravita toda la historia, siendo la mayor parte del metraje utilizado solo para analizar los principios morales del equipo médico y las autoreflexiones que sobre los mismos hacen los propios involucrados. Aquí si reconozco que no saqué mucho en claro de esos presuntos exorcismos psicológicos que si se extrapolan a niveles generales si que ganan en peso en comparación a el caso particular en el que se centra el filme.
Pues eso, que no lo tengo claro. Bueno, algo sí, y es que considerarla una de las obras maestras del cine japonés quizás me resulta algo exagerado.