Sin comparar estilos cinematográficos ni intenciones artísticas, fíjate por ejemplo de qué manera tan distinta refleja la realidad del estudiantado Cantent en Entre les Murs. Huelga decir que no estoy comparando un cine con el otro, y además es obvio que un thriller necesita premisas y situaciones diferentes (y más sencillas) a las de un drama para funcionar. A lo que puntualmente me refiero es a que tanta generalización, esa imagen tan uniforme de los alumnos como una panda de boludos/as a cuál más frívolo, por ejemplo, le resta profundidad psicológica a la película y la hace mucho más previsible. Y no quiero decir con esto que todo el cine tenga que ser "intelectual", sino que cuando el cine atraviesa la facilidad de los estereotipos aumenta su dimensión dramática y artística. Pero por eso dije que básicamente el problema es que a mí no me gusta este tipo de películas.
De
Entre les murs yo pensaba exactamente lo mismo que tú hasta que empecé a observar que los profesionales de la enseñanza franceses (conozco a bastantes) no tienen tan buena imagen de la película de Cantent. La mayoría le acusan, fíjate lo que son las cosas, de frivolizar con un tema tan serio como es el de la educación, de dar una imagen muy (negativamente) estereotipada del alumnado que vive en barrios de clase obrera y cuyo origen no es francés (ellos son franceses pero sus padres son de origen africano o asiático). Comentan que la atmósfera en esas escuelas no es tan irrespirable ni se palpa tanto la tensión, el odio o el rencor. Vamos, que siempre habrá alguien problemático, pero en general predomina el buen rollo. Del rendimiento escolar dicen lo mismo: cierto es que no son Einstein, pero tampoco son tan zoquetes ni tan analfabetos como nos los retratan en la peli. En definitiva: esas escuelas públicas francesas de barrios (llamémoslos) marginales no parecen ser sitios tan aterradores; diríamos que incluso son normales o tendentes a la normalidad, a juzgar por lo que opinan quienes en ellas trabajan o han trabajado.
Y yo a la conclusión que llegué con estas apreciaciones es que una peli rodada con un espíritu cuasi documental y con un ambiente de realismo y naturalidad, puede llegar a ser tan engañosa o más que una película "a lo Nakashima", con sus colorines y su musiquita. Al menos son recursos que forman parte de lo que yo me atrevería a llamar "la honestidad de la ficción", porque
Confessions es, al fin y al cabo, un trabajo de ficción, al margen de que aborde cuestiones sociales de carácter coyuntural, como en su momento las tocara en
Memories of Matsuko o incluso en
Kamikaze Girls. Pero es que no creo que la intención primera de Nakashima sea darnos lecciones de sociología japonesa a través de su cine, aunque sin duda puede llegar a ser muy didáctico en ese sentido.
En cambio, ese cine que a veces pretende reflejarnos fidedignamente la realidad puede llegar a ser mucho más peligroso: tendemos a creérnoslo más y luego resulta que nos está ofreciendo una visión parcial, cuando no sesgada, de la realidad.
Por otra parte, y al margen de lo estereotipado que pueda estar el alumnado que aparece en una y otra película, lo que tengo claro es que el personaje que Nakashima crea en la figura de la profesora no es nada estereotipado: no he visto aun ninguna película "de instituto", donde aparezca la figura de un docente vengador, al menos a esos niveles de sofisticación (es decir, que la venganza no se limite a dejar al alumno para septiembre). He visto profes políticamente correctos, profes antisistema, profes pacientes, profes que se deprimen, profes que cometen errores, profes que no son respetados por nadie, profes duros y agresivos, profes-amigo, profes-padre, profes que no son profes, profes listillos, profes bobalicones, profes-showman, profes-coñazo, profes de profunda sabiduría, profes que no tienen ni guarra de lo que enseñan, profes que cumplen rigurosamente con la legislación vigente (me acuerdo de Kitano aplicando la Ley Battle Royale), profes pasotas, profes que acaban en el psiquiatra, asesinados por un alumno o en la cárcel por pederastas... Pero jamás había visto un personaje tan innovador como la profe de
Confessions. Es que ese personaje y su interpretación por la actriz Takako Matsu es ya media peli...
Un saludo