Herman Yau, que se apunta a casi todo (quizás todo), nos trae con su habilidad habitual la precuela de Ip Man, es decir, Ip Man antes de ser Donnie Yen. Para ellos se coge a Dennis To, que es como Donnie Yen (literalmente) pero con un puñado de años menos, y por si no tenía suficiente, también a un viejo conocido (total, sólo lleva algo más de veinte años dando vueltas en el cine hongkonés), Fan Siu-Wong, que por la magia del cine hace de su hermano (y encima es para creérselo), además de acompañarlo con un fugaz Sammo Hung (que aún así nos deja su clase en un combate) y un menos fugaz Yuen Biao (que lucha, sí señor, contra Sammo Hung, y más allá), sumado y, como aliciente, al hijo del propio Ip Man, Ip Chun, que total sólo tiene 83 años, pero se mueve como su tuviera sesenta menos. El resultado es una película que igual no está en presupuesto y demás a la altura de los otros dos Ip Man, pero que como Herman se las sabe todas, es muy entretenida, de factura impecable, coreografías espectaculares, y qué se yo cuantas cosas más... El cine de artes marciales coge vuelo... veremos a que distancia cae (pero de momento, toca disfrutar este renacer...).