jidaigekipedia.comLas aventuras de LuzonLa edición inglesa de la película se conoce por varios títulos:
7th Wonder of Sinbad,
The Adventures of Sinbad,
The Great Thief, y
The Lost World of Sinbad. Esto nos da una idea del interés comercial por relacionar
Daitozoku, título original, con el legendario marinero de
Las Mil y una Noches. A pesar de ello la obra de Senkichi Taniguchi tiene una personalidad propia que la convierte en un valioso trabajo.
Sinopsis: Luzon (Toshiro Mifune) es condenado a morir en la hoguera bajo falsas acusaciones de piratería y bandidaje. Mientras los pobres aldeanos lloran su pérdida, él sonríe en su barco recordando al oficial sobornado. En ese momento, y sin otra razón que el aburrimiento, decide convertirse en un pirata de verdad. Su aventura comienza cuando su navío es hundido y su tesoro robado, quedando a la deriva y conociendo a un misterioso ermitaño al llegar a la costa.
El marco de la historia es realmente curioso, ambientado en un pueblo en el que impera la cultura árabe, tal y como podemos apreciar en los peinados, los escenarios, las vestimentas, y los bailes. De hecho, el origen japonés del protagonista se menciona en varias ocasiones como un elemento diferenciador con respecto a la población local. No obstante, todos los actores del reparto son japoneses, lo que da lugar a ese contraste único.
El repertorio de personajes tiene todo lo necesario para el cine de aventuras, con un protagonista bueno y osado, una princesa a la que rescatar, un malvado que quiere hacerse con el poder, una poderosa bruja que le ayuda, una hermosa ladrona reformada, y un ermitaño medio loco que conoce algunos trucos de magia.
Los efectos especiales son de los de antes, de los que se hacían con cariño y bajo presupuesto, cuando se ataba a una mosca con un hilo para que se colocara donde era requerida en lugar de crearla digitalmente. Nos permiten ver las metamorfosis del ermitaño, el espejo mágico y las transformaciones de la bruja, y hasta a Mifune volando sobre una cometa en una de las escenas más emblemáticas del jidai-geki de aventuras. También son una constante las tomas grabadas colocando a los actores delante de una pantalla con proyección de fondo.
Que nadie se lleve a engaño, todo sea dicho, porque no vamos a encontrar una obra maestra en
The Samurai Pirate. Eso sí, todo el que quiera disfrutar de una tarde de fin de semana, con una inocente historia para todos los públicos, va a quedar más que encantado.