El hecho de que el prota sea o no policia me ha parecido anecdótico. Igual podía ser bombero, cartero o autoestopista. Lo que es en realidad es un matao y bastante patético, además de un semi-violador (lo de semi se lo pongo porque parece que en cuanto utiliza su técnica de chupada de pezón sus víctimas pasan a esclavas sometidas) y un imbecil que gasta todo su dinero en esas apuestas de lanchas en las que nunca gana (por cierto, genial cameo de Kitano). No me estraña y hasta comprendo que la mujer lo trate como a mierda y la hija (clon de la Hiroko Yakushimaru de la época) lo mangonee.
Bien la peli, aunque su desarrollo sea bastante repetitivo en busca de ese climax final que tampoco es que sorprenda, como bien dice Sura.
