Con las primeras imágenes de Imburnal, podríamos llegar a pensar que Sherad Anthony Sanchez, filipino, no deja de ser un director que conoce el cine de Lav Diaz perfectamente. Un plano estático de seis minutos, la duración de la propia película, que sobrepasa las tres horas y media,... Pero no, realmente es algo menos y algo más... Sherad Anthony Sanchez construye su película no sobre la duración sino sobre la luz, los sonidos, las imágenes. Si seguimos siendo de aquellos que vemos una película para que nos cuente una historia, Imburnal es un lugar del que huir... Si pretendemos que el cine puede ser otra cosa, una cosa construida sobre las emociones, sobre trazos ligeros, pequeñas y grandes cosas, bueno, entonces podemos ir con ella. Porque esta película no cuenta nada. Podemos inventarnos un argumento (digamos la infancia despreocupada de unos, la juventud y el sexo de otros), pero es que no. Imburnal es su construcción, su discurrir, quebrado o impulsado por esa pantalla en negro que lo divide y en la que sólo se escucha la banda sonora durante nueve minutos. O sus imágenes sexualmente provocadoras, o el río que está presente una y otra vez, o la pobreza, o el discurrir de los días, o esa especie de pequeño cuento de fantasmas que contiene en su interior, o la siesta, o las voces,... Es también su uso, tremendamente intenso del digital. Realmente una película como ésta devuelve la esperanza en sus posibilidades. Sus imágenes son de una rotundidad tremenda. En fín, película no para todos los estómagos (aunque tampoco sea experimental ni nada parecido), pero que si entramos en su juego, ofrece momentos realmente brillantes.
Cineasta nacido en 1984 (vamos, que hizo esta película con 24 años de edad... de hecho, sale en ella, según los títulos de crédito), tiene tan sólo dos películas en su haber, pero ha logrado ya ser tan odiado (y también premiado) como su compatriota Raya Martin, seguramente porque tampoco es muy amigo de las medias tintas y se puede discutir hasta la eternidad si es o no un farsante (cosa siempre divertida en estos ambientes). Su primer largometraje, The woven stories of the other, lo tendremos en breve también por aquí. Con Imburnal se llevó el premio Lino Brocka en el Cinemanila y mejor film y Netpac en Jeonju.
Pues nada, ahí queda eso. Otro cineasta a descubrir dentro de los nuevos cines del sudeste asiático...