Vista. Es una entrañable frikada ochentera, a la par que una mordaz sátira hacia el mundo de la prensa amarilla y los paparazzi, con algo de moralina al final. Interesante participación de un Beat Takeshi que todavía no era el director Takeshi Kitano. Parece increíble que Yojiro Takita, el director de Okuribito, hiciera pelis como esta hace un cuarto de siglo, mucho más arriesgadas y alternativas que la que le dio el Oscar.
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Un saludo