Pues yo también la vi ayer. La verdad es que me esperaba que la película siguiera la ortodoxia del cine de yakuzas (tipo que vuelve, tipo al que no le hacen caso, tipo que liquida a todo el clan en un apocalíptico final), pero no, Fukasaku hizo otra cosa. Algo que deja claro desde el principio al trasladar la acción a un poblado de cabañas lleno de muertos de hambre del que han salido dos hermanos, para convertirse en yakuzas, y se ha quedado el más joven, al que también le gustaría salir de allí pero no puede, porque le dejaron a la madre.
La madre muere y entonces cambian un poco las cosas, fundamentalmente porque Ken Takakura, el hermano mediano, quiere hacerse rico y volver a huir hacia delante llevándose el dinero del grupo, grupo que no le tiene mucho aprecio. Curiosamente la película no será un compendio de persecuciones y tiroteos sino más bien un drama familiar de torturas, en el que toda la tensión reside en lograr romper la resistencia moral del grupo de desarrapados que comanda el hermano menor.
En fin, una película sucia, dura, sorprendente, de una tensión suspendida en un tiempo detenido, que poco tiene que ver con el dinamismo de obras posteriores, pero mucho con eso, las cargas de tensión y rabia que este hombre sabía dar a su cine. Totalmente recomendable.