Si estas tumbado en tu sofa, o en la silla de tu escritorio leyendo estas líneas, y te han entrado unas ganas irremediablemente irresistibles de ver una película en la que se mezcle un toque de comedia por aquí, una pizca de fantasía por allá, un toque minimalista por... donde sea. Y queréis que el personaje vaya de menos a más, sentir como crece durante el metraje, que los personajes secundarios cercanos o no tanto a él se desarrollen de una manera original fuera de las barreras de la linealidad que nos tienen acostumbrado el cine comercial blockbasteriano. Hazte ahora mismo con Sammer wars.
Solo unas pocas al año lo consiguen, y ya no me extraña que normalmente encuentre una cinta de animación japonesa entre ellas. De "Mamoru Hosoda" solo puedo decir, que tengo ganas de ver su anterior trabajo, y que muy pronto la estaré también comentando por aquí. Lo que más me ha gustado de ésta "Sammer wars" ha sido la originalidad de la historia y sus personajes, todos ellos. Lo peor, quizás esté un pelín sobrecargada de diálogos. No quiero decir que sean diálogos inútiles o sin sentido, no, pero a veces se pueden decir mejor las cosas con menos palabras. Desde luego Hosoda no repara en tinta o en teclas para su ordenador.