Película extraña, en la cual se yuxtaponen dos clases de secuencias claramente diferenciadas, como si fueran dos subpelículas casi independientes. Por un lado, unas secuencias de acción y suspense bastante bien resueltas, que recuerdan al montaje de la saga de Bourne. La verdad es que el director consigue que tengan ritmo, que la tensión se acreciente hasta el final de la escena, sin tomas intermedias inútiles pero sin perderse entre plano y plano.
Por otro lado, se nos presenta una historia que entremezcla drama, romance, silencios, emoción contenida y que, en mi opinión, no termina de funcionar. No porque la historia no sea creíble, no interese o esté mal filmada o contada, sino porque el ritmo es excesivamente lento. Ya sabemos que los orientales, especialmente los japoneses, son tremendamente contenidos a la hora de expresar sus emociones, pero me resulta pesado, muy aburrido, observar un primer plano de la cara de la protagonista durante ¡más de 20 segundos! sin moverse, para expresar teóricamente la angustia que está sufriendo... No, eso es pasarse, no refuerza la expresión y aburre al espectador soberanamente.
El remate es que, si lo unes a las escenas de acción anteriores, se nota aún más la falta de ritmo, por el contraste. De manera que tenemos una historia de espías, frenética, interesante y bien armada (dentro de lo que cabe), que se entrecorta con diversas secuencias dramáticas, tediosas, que rompen la fluidez y destrozan lo que podía haber sido una buena película de intriga.
Además, coincido con un forero anterior en que quizá los subtítulos no terminan de captar completamente la trama que hila la película, porque a mí también me ha costado entender del todo el complot político que se narra. Esto puede desvirtuar en parte la percepción general de la película.
En resumen, tenemos una interesante trama como película de intriga y acción combinada con una aburrida historia de romance imposible y drama sobrepasado. Los actores no están mal, aunque algo peor los occidentales. Gary Oldman tiene sus días buenos y sus días malos, y se nota que esta película era un encargo para pagar un par de meses de facturas que se le acumulaban entre trabajos hollywoodienses. El director podía dedicarse a rodar películas de suspense puras y dejar las partes sentimentales, que no le salen ni por favor.
Un Ver si no hay otra cosa, y casi que no, que hay muchas otras películas disponibles y nuestro tiempo es limitado.