Sólo le encuentro una pega, y es la excesiva duración de la parte del grupo. El ritmo es similar en todas las partes del film, pero al dividirlo en pequeños trozos se hace muy llevadero, sin embargo en el último tramo (la grabación, etc...) me resulta más pesado o quizá excesivamente alargado (fallo demasiado común a día de hoy)
Pues sí, yo tuve una sensación similar, que esa parte del grupo podía haber tenido varios puntos de mejora, como
la inclusión de escenas de posguerra (la del falso traductor) en vez de dejar al manager contar a modo de monólogo cómo se hizo con el ejemplar de Fish Story. Supongo que habría problemas de presupuesto que impedirían montar de un modo más extenso esas escenas en blanco y negro que sólo aparecen fugazmente (aunque magistralmente) al final. Y luego una cosa que veo eliminable de la escena de la grabación de la canción es
el momento en que sabemos que Goro va a ser contratado para hacer una carrera en solitario aunque él lo tiene calladito. La verdad es que es una anécdota de la que se puede prescindir en el guión, pues no tiene ninguna repercusión en lo que viene después.
Pero bueno, también es cierto que ese tipo de escenas donde predomina lo narrativo y lo reflexivo sobre lo visual cuenta en Japón con una buena aceptación por parte de cierto sector del público, por lo que me imagino que también se trató de satisfacer a ese colectivo.
A pesar de todo, a mí esta peli me ha supuesto un gran descubrimiento, la gran revelación de este año, sobre todo teniendo en cuenta que no ha ganado ningún premio ni ha sido, según parece, un éxito de taquilla. Se ve que es una obra incomprendida, como la canción
Fish Story...