Es curioso ver a Ryunosuke Tsukigata sin hacer de malo. ¿O sí que lo hace? Más o menos así lo interpretó la leyenda holley:
En esta película vemos a un egoista intérprete de rôkyoku, que sólo se preocupa de si mismo y de aquello de lo que pueda servirle de inspiración para sus actuaciones, sin prestar el más mínimo interés por aquellas personas que le rodean.
Yo no tengo claro si Naruse es esto lo que busca, que veamos al protagonista como un completo borde (tiene muchos puntos) o si quiere ser un retrato y apología del artista que lo somete todo al arte, incluso sus vicios y defectos, sacrificando y pisoteando a quien haga falta. El protagonista no deja de repetir eso precisamente. ¿Sería el propio Naruse un poco así? No lo sé; simplemente apunto que la peli admite interpretaciones diferentes...
Aparece por ahí Eitaro Ozawa (con uno de sus alias, que ahora no recuerdo), como siempre haciendo de «capullo»
Y, en un personaje distinto de lo usual en él, Yoshio Kosugi, el hombretón ese tan frecuente en Kurosawas y clásicos jidaigeki mil: