Hermosísima película, de las que te llegan al corazón de forma irremediable.
Abosultamente preciosa y de caracter contemplativo, y que se desarrolla al mismo ritmo pausado que los habitantes de Honokaa, que viven y mueren como si su existencia se desarrollase en un plano alejado del mundo y de sus penas y prisas. Nunca me dejaré de sorprender como Japón no deja de producir estas películas en las que no parece pasar nada pero en las que el tedio nunca se presenta a la hora de visionarlas. Y que decir del personaje de Bee. Increible la ternura que me ha despertado su personaje y su arrebatadora historia de amor y amistad con el protagonista. Otra de las grandes películas que nos ha dejado el año recién finiquitado.
"Imprescindible" muy alto
Pd: La presencia de
Yu Aoi es un visto y no visto