Vista. Ha sido una gratísima sorpresa para mí, pues es quizás una de las obras más originales que he visto de Naruse, algo alejada de lo que es su forma habitual de hacer cine y sus temas más usuales. Al principio he tenido la sensación de que me disponía a ver un "remake" de Muerte de un ciclista, pero luego la trama argumental ha ido tomando unos derroteros muy distintos a los de la película de Bardem. En esta de Naruse, el debate moral no se centra tanto en lo que han de hacer los ricos atropelladores, sino la humilde madre que ha sido víctima de la pérdida de su hijo. Y luego el carácter tan irónico que tienen todos los conatos de venganza de la mujer, que siempre desembocan en el fracaso. Llega a resultar patético ese deseo de venganza de la protagonista que nunca se ve cumplido. Y, cómo no, la lamentable imagen que se da de un cuerpo de policía que sólo está interesado en dar carpetazo a los casos y no quebrarse demasiado la cabeza.
"Obra maestra".
Saludos