Bueno, pues aquí va mi post número 200!
Me encanta Bong Joon-ho, me gusta su forma (coreana en esencia pero personalísima también) de jugar e "hibridar" (si se me permite la palabra) los tonos y géneros en sus películas gracias a contraposiciones en ambientes, fotografía, música... Le encanta afrontar en una misma obra su material desde diferentes puntos y prismas y con diferentes lentes. Ahora bien, este procedimiento no es garantía por sí solo de un producto redondo. Lo fue en sus dos anteriores películas, dos maravillas cinematográficas a todos los niveles, pero en este caso la cosa, en mi opinión, se queda algo corta. No es que la esté comparando con las películas anteriores, pero esa experimentación que anteriormente le servía para dar más capas y complejidad a su película, en este caso parece un poco impostada, más un ejercicio formal y puramente estético que un verdadero intento de aportar más significación, hondura o complejidad a la trama y/o a los personajes.
Las interpretaciones son buenas (aunque tampoco diría que extraordinarias, salvo la madre) y la cinematografía es sin duda soberbia, está en la cima de su maestría visual, pero el guión me ha parecido flojo. El camino entre un género y otro, esta vez, parecía más un capricho que un recurso narrativo.
De todas formas, no es una mala película ni mucho menos, y merece la pena ser vista. Pero está lejos de sus dos grandes obras anteriores.