A Yim Ho lo conocemos un poco, algo, lo que nos dejaron. Obras como Kitchen o Red dust nos han mostrado que con él nos perdíamos a uno de los grandes directores del cine hongkonés, y además, nos perdiamos su primera época, en la que fue uno de los nombres importantes de la primerísima nueva ola hongkonesa. Pero ahora tenemos The happenings para empezar a remediar eso, a la espera de otras igualmente importantes como The extras o Homecoming.
The happenings es del mismo año que Dangerous encounters of the 1st kind, la obra capital y fundacional de Tsui Hark, y quizás deberiamos pensar que la conocía sino fuera porque se estrenó un mes antes que ella. En realidad debía ser el aire de la época, porque ambas muestran una visión similar, negra hasta donde se puede ser negra, grotesca hasta donde se puede ser grotesca, descorazonadora hasta donde se puede ser descorazonadora. Retratos de una juventud que no busca un sentido a lo que hace porque vive en un sinsentido, de unos adultos ruines, de una bajeza que hace sublime la estupidez de los otros, The happenings progresa desde una noche en la discoteca de diversión hasta bajar a los infiernos, imparable. Una idiotez lleva a otra, y el resultado es apocalíptico, sin la más mínima esperanza.
Yim Ho muestra ya su firmeza (es su segunda película), los actores no son profesionales, y toda la película discurre en una sola noche, apenas unas horas. La historia no puede ser más sencilla: unos jóvenes se van de discoteca, uno de ellos coge un coche en el que se han dejado las llaves puestas, tienen que ponerle gasolina, no tienen más dinero... Y entonces... Entonces nos vemos arrastrados a un torbellino que ya no abandonamos hasta el final, en una locura continua, para lo que no duda en sumerger la película en el caos, la histeria.
En fín, qué decir. Llevaba mucho tiempo esperando poder ver algo de la primera época de este hombre, y no me ha defraudado en absoluto. Seguramente no está hecha para todos los espíritus sino que se la juega totalmente, y para mi consigue una de las mejores películas hongkonesas de aquellos primeros ochenta. Nuestros años salvajes vuelve, y no de cualquier manera. No hay que perdérsela.