La mas flojita de las seis que hasta ahora he visto de Kumakiri. Y es una pena, porque al principio sus características de base recordaban mucho a Hole in the Sky, pero en este caso el transcurrir de la historia me resultó plano y la tensión interior característica del director no me cuaja en ningún momento, dejándome frio los traumas y obsesiones de sus dos protagonistas. También me llamó la atención la luminosidad de la película, lejos de ese tono grisaceo tan habitual y que tan bien acompaña siempre a sus historias.
No pasa nada, un tropezón lo tiene cualquiera (menos yo, por supuesto)