La vida de Francis, un famoso mago retirado, es un imparable descenso a los infiernos. Para olvidar ahoga sus penas en alcohol y apenas llega a fin de mes limpiando en un club nocturno. Tiene un hijo de 10 años, a quien adora, pero la culpa y su continua embriaguez han hecho de él un padre desastroso. El hijo ha aprendido a ocultar su afecto por su padre y a sobrellevar su caótica vida. Solo y anímicamente destrozado, Francis espera poder redimirse y volver a ganarse el amor y respeto de su hijo, así queo decide retomar su carrera como mago. Eric Khoo es una figura clave en el resurgimiento internacional del cine de Singapur, aunque la crítica no sabe muy bien cómo clasificarlo. En parte porque Singapur ocupa un lugar un tanto extraño entre culturas, ideologías y geografías, y la última obra de Khoo refleja perfectamente estas ambigüedades. Según el propio director, para escribir el guión se inspiró en La carretera, la novela apocalíptica de Cormac McCarthy, y en la especial relación que en ella establecen padre e hijo.