Bueno, pues la acabo de ver.
La verdad, no les falta razón a aquellos que opinan que es la mejor película japonesa del año pasado. Como cada vez que veo una película de Kiyoshi Kurosawa, tengo la sensación de que es uno de los pocos directores que se supera a sí mismo película tras película. Esta se parece bien poco a sus filmes de terror, los que más afición han podido crear, pero tiene el regusto de su primer cine social, con la ventaja de que esta va "cocinada" con las décadas de experiencia fílmica que Kurosawa ya acumula.
No es nada fácil ser original cuando se aborda el trilladísimo tema de las familias desestructuradas japonesas, que es el gran tópico del cine japonés de este siglo. Y sin embargo, él resulta original, creando una historia que, pese a su crudeza y su patetismo, acaba teniendo un final feliz y esperanzador. Es novedoso (o yo al menos no lo he visto aún) en el cine japonés que en este tipo de películas los personajes muestren una capacidad para desembarazarse de sus complejos e ideas preconcebidas (los personajes adultos, quiero decir, porque los jóvenes demuestran tener más cabeza y una mayor consciencia de la coyuntura que les rodea), afronten la cruda realidad y asuman que el Japón de hoy vive una silenciosa revolución, que está trastocando todos los pilares básicos de la sociedad, pero que quizás merezca la pena coger al toro por los cuernos y afrontar los cambios en vez de negarse a aceptar lo que hay, lo que en el cine japonés (y en la realidad, por desgracia) suele tener al suicidio como trágico desenlace (y que en Tokyo Sonata está también presente, pese a todo).
Grandes interpretaciones. Teruyuki Kagawa, como siempre, me ha parecido creíble y fascinante en su papel habitual de japonés normal y mediocre. El cuasi cameo de Koji Yakusho le da mucha fuerza y frescura a la acción. La fotografía tiene momentos de gran belleza y juega un eficaz papel semántico, por ejemplo en los sueños de la protagonista, vestidos con unas texturas distintas al del resto de las escenas.
No dejéis de verla.
Un saludo